Traducido por: Annette Sanchez-Gutierrez
Mientras la población hispana crece y florece en el High Country, dos oficiales del condado de Watauga en el departamento del alguacil han trabajado para mejorar la relación entre los cuerpos policiales y la comunidad latina.
Los alguaciles Derick Zamora y Tony Marroquin — primos criados en el condado de Wilkes — dominan el español y trabajan rutinariamente con residentes latinos, muchos de los cuales no hablan inglés.
“Hay un miedo en que ellos no puedan comunicarse que los disuade de llamar, o que la policía siempre está intentando atrapar a los hispanos”, dijo Zamora. “Yo solo siempre he querido ser parte de las autoridades policiales porque realmente puedes ayudar a las personas y cerrar la brecha”.
Zamora, de quienes sus padres emigraron a los Estados Unidos de México y Guatemala, se unió al departamento de oficiales en el condado de Watauga en el 2022. Marroquin se unió al departamento en mayo después de dar un paseo con Zamora en el 2023.
Para combatir la barrera de idioma que muchos residentes latinos se enfrentan, Zamora y Marroquin responden a los llamantes que hablan español y marcan al departamento de oficiales y regularmente visitan vecindarios predominantemente hispanos cerca de Boone, como los parques de casas móviles de Brook Hollow Road y Rocky Branch Creek en el Old U.S Highway 421. Marroquin dijo que pasa alrededor de 40% de sus turnos asistiendo a la comunidad hispana y visita las vecindades semanalmente.
“Casi todos los que he tenido que ayudar están aquí originalmente para trabajar”, Marroquin dijo. “La mayoría de la gente para quienes traduzco no hablan inglés y típicamente son inmigrantes”.
De acuerdo con el data del census 2020, cerca de 7% de la población en el condado de Watauga consiste de residentes hispanos o latinos — un número que se ha duplicado desde el 2010 y quintuplicado desde el año 2000. Sin embargo, Zamora predice que el número pudiera ser más alto si contáramos a los trabajadores de temporada e inmigrantes que carecen de estatus legal permanente, quienes luchan para obtener la identificación necesaria para trabajar tal como tarjetas de seguro social y licencias de conducir.
“Cuando hacemos puestos de control en la carretera, a veces tengo que detener el vehículo y si hay inmigrantes en el vehículo, 9 de cada 10 veces no van a tener una licencia de conducir debido a esa causa”, dijo Marroquin. “A veces la única forma de identificación que tienen es un pasaporte de su país natal”.
De acuerdo con United We Dream, Carolina del Norte es uno de 34 estados que no permite a la gente sin estatus legal permanente obtener una licencia de conducir, aunque el individuo tenga una tarjeta de seguro social.
“Con frecuencia ellos sienten que si los tenemos, van a ser deportados o puestos en la cárcel o que se van a meter en problemas”, dijo Zamora. “Cuando llegamos ahí, vamos a decir, ‘Hola, ¿con que necesitas ayuda, que está pasando?’”
Marroquin dijo que si se enfrenta con aquellos sin documentos e identificación necesaria, él generalmente les da advertencias.
“A menos que haya un delito mayor, típicamente cada parada de tráfico depende de la discreción del oficial”, dijo Marroquin. “Mis padres estaban en una posición similar cuando estaba creciendo, y yo se que difícil es, si son cooperativos, y yo se que es legítimo que estén aquí para trabajar, yo solo les doy una advertencia y les digo que sean cuidadosos”.
En Carolina del Norte, uno de cada nueve trabajadores son inmigrantes, de acuerdo con el consulado americano de immigracion en 2018.
Marroquin dijo que las barreras idiomáticas pueden crear un altercado entre residentes hispanos y sus vecinos, en los cuales él a veces interviene.
Zamora dijo que conoció a una mujer hispana a quien su vecina “le gritaba cosas racistas a ella y a sus hijos”, pero la policía no pudo intervenir a cabo de ausencia de amenaza o traspaso.
“Ellos se encuentran con malentendidos frecuentemente y tienen conflictos”, dijo Marroquin. “Anteriormente he tenido que ir ahí e intentar explicarles a los dos vecinos cuál es su razonamiento”.
Desde que lo contrataron, Zamora dijo que el a visto mejoramiento en la relación entre los oficiales policiales y la comunidad hispana, reforzado por eventos comunitarios como café con un policía, una colaboración anual entre un blog basado en Boone llamado Q’Pasa Appalachia y cuerpos policiales locales en donde residentes hispanos pueden expresar sus preocupaciones y interactuar con los oficiales.
“Incluso si es un poco diferente, se ha creado cierta confianza allí”, dijo Zamora.“Nosotros no estamos aquí para molestar o acosarlos; nosotros estamos aquí para ayudar”.