Escrito por: Jenna Guzman

Cuando se trata de escribir artículos, sin querer siempre escribo hasta el último momento. Intencionalmente terminé de escribir esta nota a las 4:27 de la mañana del día de entrega, con lágrimas en mis ojos. Esperé todo lo posible antes de escribir esto—mi último artículo para The Appalachian. 

Cuando entré por primera vez a la sala de redacción en mi primer año en agosto de 2021, sabía que quería ser reportera. Estaba lista para aprender y servir a mi comunidad. ¿Quién habría pensado que unirse a The Appalachian se convertiría en mi experiencia más gratificante?

Desde entonces, he sido Editora-en-Jefe durante dos años, he entrevistado y conocido a personas increíbles, he escrito cientos de artículos y editado miles más, he visto la creación de la primera sección especial para el Mes de la Herencia Hispana, he ayudado a planear un evento por el 90 aniversario y mucho más. Encontré mi lugar y mi pasión. 

¿Y cómo podría dejar fuera las noches de elecciones, las largas y delirantes noches de PDFs, los momentos de risa hasta lágrimas y, por supuesto, las famosas partidas de UNO?

Ninguna de esas experiencias habría sido posible sin mi red de apoyo y mi equipo increíble. Aunque no puedo nombrar a cada persona que ha sido parte de mantenerme a mí o a este periódico en pie, ustedes saben quiénes son. Gracias. Los quiero más de lo que las palabras pueden expresar.

A mis antiguos editores y asesora, les estoy agradecida por su orientación. A mis increíbles miembros del Ed Board y del equipo, gracias por acompañarme y por su arduo e increíble trabajo. Ha sido un placer trabajar con todos ustedes. Nunca dejen de hacer lo que hacen, porque su esfuerzo y dedicación a la comunidad no pasan desapercibidos. 

A quienes me apoyaron a mí y a The Appalachian a lo largo de los años, gracias. Por favor, sigan apoyando el periodismo estudiantil. Todo lo hacen por ustedes. 

¿Quién habría pensado que dejar este periódico y esta comunidad sería tan difícil? Gracias por permitirme servirles. 

Y, como hice tantas veces al revisar el archivo, miré los nombres de quienes vinieron antes que yo y me inspiré. Espero que algún día alguien haga lo mismo cuando vea mi nombre en el periódico.