Edgar Jaimes-Ramos, a senior construction management major shares his experience at App State.
My name is Edgar Jaimes-Ramos, and I am a senior in the construction management program. Appalachian State University wasn’t my first choice because it is a predominantly white institution. It can be hard as a graduating high school student to pick where you want to get your degree. I struggled to decide which school I would fit into and feel accepted. My advice, for someone who does not have any help or guidance, is that you are not alone. Everywhere you go, there will be people you develop relationships with and people that come and go in your life. I took the chance to come to App State and I don’t regret it one bit. I have made many friends who have different cultures and backgrounds. Only one organization stood out to me from this entire school. This organization is the Latin Hispanic Alliance Club. LHA, formerly known as the Hispanic Student Association, is a club at App State that is dedicated to promoting awareness of Latin and Hispanic culture. As someone whose parents didn’t go to college, I didn’t know what to expect when I first arrived here. I felt like I had no one to turn to. I wanted to find people who understood me from a cultural background and were also driven to further their education. I found that with LHA. I have even dedicated myself to the role of vice president. I believe the university should help organizations like LHA to bring more diversity to the campus. This would not only help students on campus, but also the individuals who are deciding if Appalachian State is the right choice for them.
Benito del Pliego, a professor in the Department of Languages, Literatures & Cultures, shares his experience at App State.
Editor’s note: This column was submitted in Spanish. We have decided to leave it written in Spanish per the writer’s preference.
Desde que llegué a la universidad me fascinó ver cómo los estudiantes reconfiguran nuestra institución de manera cotidiana y, a veces, desenfadada e irreverente. Recuerdo haber visto, por ejemplo, las esculturas situadas en esa placita al costado de Sanford Mall que representan, con gusto cuestionable, un grupito de estudiantes ensimismados ante su maestra que, brazo en alto y dedo extendido, parece estar abriendo sus decimonónicas conciencias a nuevas realidades. En alguna ocasión esa mano apareció sosteniendo una calabaza, su cabeza decorada con un gorro y su cuello cubierto con bufandas. Y —para seguir hablando de alteraciones de la conciencia— siempre me pareció divertida esa broma con la que nuestros estudiantes sencillamente convertían el “L.S. Doughterty Hall” en “L.S.D. Hall”.
Ese edificio acoge al departamento en el que enseño. Su nombre, “Department of Languages, Literatures and Cultures”, también ha sido transformado por nuestros estudiantes, aunque de un modo mucho más significativo. Hasta no hace mucho se llamaba “Department of Foreign Languages”; pero la llegada a nuestras clases de estudiantes latinxs, nacidos y criados en Carolina del Norte hablando español, hizo imposible mantener esa denominación: no podíamos seguir diciendo que su lengua natal es “extranjera”. Y ese solo fue el comienzo, porque a medida que su número crecía también tuvimos que ir haciendo otros cambios en nuestras clases ¿Cómo enseñar clases de lengua, cine o literatura en español sin tener en cuenta que Estados Unidos se había convertido en una potencia cultural hispana? Así que lxs estudiantes latinxs también alteraron nuestro currículo y nos vimos obligados a ofrecer, por ejemplo, clases de español para “hablantes de herencia”, escritura creativa en español, literatura hispana de los Estados Unidos, y otros asuntos relacionados con la amplísima presencia latina en el país.
Se me ocurre que pronto quizás los carteles en el campus y la información de nuestra página web también tengan en cuenta esta presencia y se ofrezca en español. Además, puede que hasta podamos referirnos a la universidad con otro nombre: Universidad Estatal de los Apalaches. Ese sí que sería un cambio alucinante.