Traducido por: Yelitza V. Perez-Gutierrez
Nota del editor: Esta historia contiene descripciones gráficas y contenido sensible.
Después de terminar su concierto de coro en Watauga High School en diciembre de 2022, Marques Spencer, de 17 años en ese momento, fue a Big Lots con unos amigos. Spencer, un residente de Boone, y la chica con la que salía en ese momento se separaron del grupo. Cuando se alejó para usar el baño, se encontró con el padrastro de ella, Howard Ensminger — un hombre de mediana edad que ya había dejado claro que desaprobaba de la relación.
El ataque ocurrió el 8 de diciembre de 2022, y la oficial Calli Tarallo arrestó a Ensminger a las 7:25 de la tarde Tarallo no estuvo disponible para hacer comentarios a tiempo para la publicación.
Ensminger fue acusado de asalto con un arma mortal y trasladado al Centro de Detención del Condado de Watauga, donde fue puesto bajo custodia del personal carcelario. Según el informe de arresto, Ensminger fue transportado “sin incidentes”, lo que significa que su traslado fue tranquilo y sin problemas inesperados.
El día del ataque, Spencer dijo que Ensminger lo obligó a entrar en el baño para personas con discapacidad. Dentro del baño, Ensminger lo atacó y lo apuñaló en el cuello con un cuchillo de nueve pulgadas. Según el informe de arresto, las esposas de Ensminger fueron “doblemente aseguradas y con el ajuste verificado”.
Dos años después, Spencer reflexiona sobre cómo este incidente cambió su vida y su proceso de sanar.
“Al principio, ni siquiera pensé que me había apuñalado”, dijo Spencer. “Pongo mi mano a mi cuello y puedo sentir cómo mi dedo entraba dentro de mi cuello”.
Spencer, ahora 19, recuerda cómo la sangre le salía por la nariz y cómo podía escuchar la sangre en su garganta mientras hablaba. Dijo que no reaccionó como alguien que acababa de ser apuñalado habría actuado.
Spencer relató que después de ser apuñalado, salió del baño “bromeando” y hablando sin parar. Dijo que la adrenalina y el shock lo mantuvieron hablando con los empleados mientras esperaban la llegada de la policía.
Dijo que todavía no está seguro quién llamó a las autoridades, pero recuerda que un hombre mayor le hablaba mientras esperaban los primeros auxilios.
“Y siempre le estaré agradecido, un alma tan amable”, dijo Spencer. “Se quedó allí hablándome mientras yo estaba desangrándome. Realmente desearía recordar su nombre”.
Spencer contó que tenía tanto miedo de morir que intentó seguir hablando con los paramédicos. Explicó que los empleados intentaban que se calmara mientras lo trasladaban en la ambulancia.
“Intentaban decirme que dejara de hablar, pero entre la adrenalina y el miedo a morir, simplemente no podía parar”, dijo Spencer.
En el hospital, los médicos tuvieron que administrarle dosis dobles de medicamentos para poder dormirlo.
“Hay una gran posibilidad de que sí cierre los ojos no despertará”, dijo Spencer. “Si dejaba de hablar, esas serían las últimas palabras que le diría a otra persona en mi vida”.
Spencer relató que los doctores le dijeron que su corazón dejó de latir varias veces durante su primera noche en el hospital. Permaneció hospitalizado por cuatro semanas.
“Estuve muy cerca de la muerte”, dijo Spencer. “De hecho, morí”.
Mientras estuvo internado, los médicos le informaron que la herida estaba a solo un milímetro de su arteria carótida y un milímetro de su médula espinal. Dijo que los doctores bombearon su estómago durante “varios días”, utilizando diferentes tubos para alimentarlo y continuaron drenando sangre de la herida.
Recuerda haber visto a sus padres y a su hermana en su habitación del hospital durante una de sus visitas. En ese momento, creyó que no había una propiedad muy grande que no sobreviviría.
“No era así cómo quería morir”, dijo Spencer. “Quiero irme con una gran despedida, con sonrisas y alegría. Quiero ser recordado, amado y tener una celebración de vida”.
Cuando su familia lo visitó, Spencer les aseguró que estaría bien y que saldría adelante. A la mañana siguiente, se despertó y vomitó más de medio galón de sangre, pero logró sobrevivir la noche.
“Me gusta pensar que soy como una cucaracha”, bromeó. “Difícil de eliminar”.
Después de salir del hospital, Spencer fue llamado dos veces a testificar durante el juicio de dos años contra Ensminger, pero Ensminger solo estuvo presente en la corte en una de esas ocasiones. Spencer relató que testificar fue difícil para él y recordaba la sensación de impotencia tras el ataque. Dejó que se sintió enfurecido viendo a Ensminger.
“Me aseguré de mirarlo a los ojos”, dijo.
Mientras testificaba, Spencer tuvo que leer una declaración como víctima en la que describía lo sucedido llegando al ataque.
Explicó que la hijastra de Ensminger quiso visitarlo en el hospital, pero no pudo debido a los detalles que surgieron durante el juicio.
El juicio concluyó en diciembre de 2024, y Ensminger fue sentenciado a cuatro años de prisión. Spencer expresó su sorpresa de que el caso se prolongará por dos años.
“El caso en sí, con todas las pruebas, me sorprendió que durara tanto”, dijo Spencer. “Todo lo que tengo que decir es que al menos está en prisión”.
Spencer también recordó que no podía entender cómo Ensminger logró atacarlo y hasta donde sabe, Ensminger no tenía forma de saber que él estaría en Big Lots ese día.
“No hay ninguna razón lógica para que esto no se considere un intento de asesinato”, dijo Spencer. “Es un cuchillo de nueve pulgadas y acorralaste a un menor de edad en un baño. No me importa cuál haya sido tu motivo, pero al final del día intentaste matar a alguien”.
Spencer enfatizó la gravedad del ataque y su incapacidad para defenderse.
“Recuerdo haberme sentido tan impotente”, dijo. “Como que no pueda defenderme a mí mismo. No había nada que pudiera hacer”.
Dijo que mientras estaba en el hospital, sufrió una crisis emocional debido a lo que pasó, diciendo que se sentía frágil y que quería darse por vencido.
“Estaba cansado”, dijo Spencer. “No solo físicamente, sino como si mi alma estuviera agotada”.
Actualmente, está buscando terapia para lidiar con el trauma.
“Quiero intentar reparar algunas cosas”, dijo Spencer. “Recuperar lo que pueda y seguir adelante con un propósito claro, como con la cabeza clara”.
Encontró algo de consuelo en su trabajo como paisajista privado, lo que le ayudó a recuperar una sensación de productividad y avance.
“Porque todos tienen sus asuntos y todos tienen sus problemas”, dijo Spencer. “Quiero mucho más para mí mismo, especialmente después de sobrevivir a algo así”.
Mencionó que, cuando cuenta su historia, la mayoría de las personas reaccionan con lástima, pero él preferiría que no fuera así.
Agradeció a quienes lo apoyaron y visitaron durante su hospitalización.
“Estoy realmente agradecido por todas las personas que estuvieron ahí, sin importar sus intenciones”, dijo Spencer. “Fue bueno ver que todavía hay bondad en el mundo. Eso me hizo feliz”.
Sus cuatro amigos más cercanos estuvieron con él en el hospital y dormían en el suelo para acompañarlo.
Recordó que su mejor amigo estuvo frecuentemente en su habitación del hospital y la madre de su mejor amigo entró a visitarlo una vez. Spencer recuerda el regalo que su amigo y su madre le dieron.
“Me dieron 400 dólares”, dijo.
Spencer afirmó que el ataque cambió su vida profundamente.
“No es que no me afecte”, dijo. “Cada vez en cuando miro la cicatriz y perdí mucho peso”.
Aunque el ataque lo afectó de manera drástica, dijo que pudo obtener una nueva perspectiva que lo ayudó a moverse para adelante con los momentos difíciles de su vida.
“Sin importar qué tan mal se ponga todo, ahora sé que nada puede ser peor que morir”, dijo.
Spencer dijo que quiere continuar su entrenamiento en artes marciales mixtas y dijo que la “sensación de ser indefenso” era una motivación para él continuar su entrenamiento .
Spencer dijo que le urge a otros a tener cuidado, y él todavía enfrenta racismo en Boone hasta este día. Aun así Spencer dijo que quiere continuar compartiendo su historia lo más que pueda.
“Definitivamente contaré esta historia por el resto de mi vida”, dijo.