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Buscando fe en App State: Dentro de la vida espiritual

De derecha a izquierda, Keeley Parton y Mary Davidson actúan durante una reunión de App State Cru en agosto de 2024.
De derecha a izquierda, Keeley Parton y Mary Davidson actúan durante una reunión de App State Cru en agosto de 2024.
Ella Graham, cortesía de App State Cru

Escrito por: Abby Buckner

Una caminata tranquila. Una conversación nocturna. Un servicio semanal. Los estudiantes de App State viven la espiritualidad de maneras personales y variadas.

El bienestar espiritual es una de las ocho dimensiones de bienestar definidas por el Servicio de Bienestar y Prevención de App State, que en su página web lo describe como “la intersección de los valores y creencias de un individuo que le brinda una comprensión de su propósito en la vida”.

Ese propósito puede tomar muchas formas: en el campus, en la naturaleza o en momentos cotidianos.

“Algunas personas pueden ir de excursión o ver una puesta de sol, y ese es su momento espiritual”, dijo Judy Haas, decana de estudiantes.

El apoyo a la vida espiritual en App State incluye la Asociación de Vida Espiritual de los Apalaches (ASLA por sus siglos en inglés). Según su sitio web, ASLA “promueve un clima espiritual” y proporciona “un entorno seguro y acogedor” para el crecimiento y desarrollo espiritual de los estudiantes.

“Todos somos como un gran rompecabezas. Hay una parte ocupacional, física, social, emocional, y hay una parte que es espiritual”, dijo Haas. “Todos tenemos que definir qué significa eso para nosotros; es parte de quiénes somos”.

Fundada en la década de 1980 para unir a los grupos espirituales del campus, ASLA conecta a 16 organizaciones miembros bajo un mismo paraguas. Estos grupos abarcan diferentes religiones y sistemas de creencias, y todos aceptan un conjunto de estatutos. Para unirse, las organizaciones deben pasar por un proceso de solicitud. Según los estatutos, un representante que no sea estudiante es designado por el órgano de gobierno del grupo estudiantil para representar a la organización.

ASLA se reúne mensualmente para planificar eventos como la Feria de Vida Espiritual de los Apalaches, que se celebra cada agosto para conectar a los estudiantes con espacios para desarrollar su espiritualidad, así como otros encuentros interreligiosos.

“Después del huracán, realizamos una vigilia a la luz de las velas el primer día de regreso a clases”, dijo Juston Smith, presidente de ASLA. “No fue liderada por un grupo religioso específico; estábamos todos bajo ese mismo paraguas”.

Smith dijo que el grupo trabaja para restablecer su presencia y clarificar su función para los estudiantes.

Vista del Centro Islámico de Boone desde el estacionamiento de Greenway Business Park el 19 de julio.

“Nuestro objetivo a partir de este verano es trabajar en una imagen unificada y en cómo representamos a ASLA ante los estudiantes en el campus”, comentó.

ASLA también actúa como enlace entre estudiantes y recursos, como consejería y otros servicios universitarios.

“Queremos que los estudiantes sientan que estos son espacios seguros para compartir lo que está ocurriendo. Si necesitan consejería u otro tipo de apoyo, les ayudaremos a llegar allí”, dijo Smith.

Haas describió a ASLA como “una conexión de línea punteada con la universidad”, que ayuda a brindar apoyo espiritual mientras otorga a los estudiantes la libertad de definir qué significa para ellos.

Aunque ASLA agrupa a muchas organizaciones espirituales del campus, no las incluye a todas. Jesse Vinson, subdirector de Actividades del Campus – Clubes y Organizaciones, confirmó por correo electrónico que Engage actualmente enumera 23 organizaciones religiosas y espirituales registradas.

Algunos de estos grupos operan de manera independiente a ASLA, aunque siguen ofreciendo espacios de adoración, reflexión y comunidad. Otros mantienen vínculos con centros de fe locales en Boone.

La entrada principal del Templo of the High Country el 19 de julio. (Noah Williford)

Organizaciones externas como el Templo de High Country, el Centro Islámico de Boone y la Iglesia Metodista Unida de Boone interactúan regularmente con los estudiantes mediante servicios y eventos.

Para Gabi Derrow, estudiante de segundo año de psicología, ver el Templo de High Country al conducir por King Street por primera vez fue un consuelo inesperado.

“Mi mamá dijo: ‘No puedo creerlo’, y cuando mi papá vino de visita, pude llevarlo a los servicios ese fin de semana”, contó. “Fue muy reconfortante saber que había un lugar para nosotros aquí”.

Derrow es presidenta de App State Hillel, la organización estudiantil judía de la universidad. Dijo que la presencia de espacios judíos fue un factor importante en su decisión universitaria.

“Al venir a la universidad, nos preocupaba mucho tener un ambiente seguro y acogedor porque hoy en día en los campus universitarios se puede ver mucho antisemitismo”, señaló Derrow. Agregó que contar con un Hillel activo y una sinagoga cercana le ha hecho sentirse más conectada y apoyada en App State.

Para ella y otros, Hillel ofrece un espacio donde los estudiantes pueden conectarse, ya sea en celebraciones de festividades, eventos sociales o simplemente en la comprensión compartida.

“No importa si eres muy religioso o espiritual”, dijo Derrow, “Aún puedes encontrar una comunidad y personas que estén allí para ti”.

Estudiantes asisten al evento ‘Welcome Back Bagels and Board Game’ en el Plemmons Student Union tras su regreso al campus después de las vacaciones de invierno. De derecha a izquierda: Leah Lawson, Bella Leavers, Emily Saunders, Shayna Weiss, Nina Phillips, Gabi Derrow y David Khanatayev. (Cortesía de Hillel)

Ginny Vellani, directora de North Carolina Hillel Link, destacó la apertura de la organización.

“Hillel es un recurso para cualquier estudiante del campus”, dijo Vellani. “Tanto si quieren aprender más sobre la comunidad judía como si tienen algún vínculo con ella, estamos encantados de ser un recurso educativo para otros grupos o comunidades que quieran conocer más”.

Ese espíritu de apertura, añadió, se extiende al compromiso interreligioso a través de ASLA.

“Sea cual sea la comunidad a la que pertenezcas, ya sea que te identifiques religiosa, espiritual o culturalmente, hay maneras de trabajar juntos como comunidad interreligiosa”, dijo Vellani. “Aunque haya diferencias, podemos encontrar muchos puntos en común”.

Para algunos estudiantes, las organizaciones religiosas desempeñan un papel central en la construcción de comunidad y en el manejo de los retos de la vida universitaria.

Jameson Apple, estudiante de segundo año de ciencias de la construcción, dijo que Cru —un ministerio cristiano universitario— ha sido fundamental en su experiencia en App State.

“Honestamente, no estoy seguro de si seguiría en la universidad si no fuera por Cru”, dijo Apple.

Describió haber encontrado comunidad a través de las reuniones semanales, pequeños grupos y mentorías de la organización. Para Apple, la fe se convirtió en un ancla durante momentos de estrés o incertidumbre.

“La universidad es una etapa en la que puedes formar tus creencias y, en última instancia, tu personalidad se desarrolla mucho; la fe puede ser la raíz de eso”, afirmó.

Para los estudiantes que quieran explorar o desarrollar su vida espiritual en App State, la ayuda está a solo una conversación de distancia.

“Creo que ese sería el mejor camino que un estudiante podría tomar, sin importar en qué punto esté: ir al tercer piso del edificio de la unión, a la oficina de la decana, y decir lo que necesita. Les garantizo que llegarán a donde tienen que estar”, dijo Smith.

No existe un único camino hacia la espiritualidad en el campus. Ya sea mediante el culto formal, la reflexión tranquila o la comunidad compartida, se anima a los estudiantes a encontrar lo que más les resuene.

“Es el ‘¿Quién soy?’ y de eso se trata la universidad”, dijo Haas. “Con suerte, al final de tu tiempo aquí, es cuando tienes más claro quién eres y cómo es eso”.

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